La Agencia de Protección Ambiental (US EPA o, más comúnmente, EPA, por sus siglas en inglés) es un organismo independiente de los Estados Unidos al que se le ha encargado la misión de proteger la salud de las personas y el medio ambiente. Usted tiene razón al pensar que esto puede englobar muchas cosas diferentes. Se dedican a temas tan diversos como el aire, el agua y la tierra, las sustancias químicas y tóxicas, los residuos y la limpieza.
Aunque la EPA es un organismo estadounidense, su influencia traspasa las fronteras de EE. UU. a países de todo el mundo, de Noruega a Argentina y de Australia a Groenlandia. Las normas nacionales de emisiones de innumerables países tienen su origen en la legislación de la EPA.
Hasta 2015, la EPA no era muy conocida para las personas que vivían fuera de EE. UU. Pero la situación sufrió un cambio radical con el escándalo de las emisiones de Volkswagen. Gracias a la estrecha vigilancia y la persistencia de la EPA, el fabricante alemán de automóviles confesó, tras un largo periodo negándolo, que había hecho trampas con el software de emisiones de que había instalado en más de 11 millones de vehículos.
El trabajo de la EPA comienza con la recopilación de información. Sus principales proveedores de datos son otros organismos gubernamentales. Los datos científicos correctos son esenciales para comprender los problemas de salud y medio ambiente y para presentar soluciones. Aunque la biblioteca de la EPA es muy amplia, esta también comparte sus conocimientos. Su principal tarea es proporcionar información a gobiernos estatales, regionales y locales, pero también informan a particulares, empresas, científicos y organismos jurídicos de todo el mundo.
Basándose en los datos acumulados, se elaboran las normativas de la EPA, que explican los datos técnicos, operativos y jurídicos necesarios para implementar leyes. Como organismo regulador, el poder de la EPA es restringido; solo puede actuar conforme a estatutos aprobados por el Congreso de EE. UU. Pese a ello, sí que tiene poderes de ejecución, incluidas multas y sanciones.
Desde que se constituyó en 1970,la EPA puede mirar atrás y enorgullecerse de unos cuantos hitos impresionantes relativos a la salud y el medio ambiente:
La Ley Federal de Control de la Contaminación del Agua, promulgada en 1972 y más conocida como la Ley de Agua Limpia,
La Ley Federal sobre Insecticidas, Fungicidas y Rodenticidas de 1972, para proteger a los aplicadores de pesticidas, los consumidores y el medio ambiente,
La Ley de Conservación y Recuperación de Recursos de 1976, que controla la eliminación de residuos sólidos y peligrosos,
La Ley de Planificación para Emergencias y el Derecho a Saber de la Comunidad de 1986, que fue la respuesta positiva al desastre de Chernóbil,
Una de las leyes medioambientales modernas más influyentes es la Ley de Aire Limpio.
Proteger la capa de ozono, reducir la lluvia ácida y mejorar la calidad del aire y la visibilidad son las prioridades fundamentales de la agenda de la EPA en cuanto a calidad del aire. Se han desarrollado kits de pruebas de conformidad con las normas de la EPA para detectar concentraciones de contaminantes en entornos domésticos y laborales. Normalmente, estos dispositivos asequibles comprueban los niveles de PM2.5, COV, temperatura y humedad.
Uno no siempre podrá ver u oler algo extraño cuando algo no vaya bien. Una prueba de la EPA podrá revelar si la calidad del aire en un lugar específico está realmente dentro de los estándares específicos.
Distintos indicadores mostrarán si el aire en el que vive y trabaja es tan sano como debería ser.
Partículas en suspensión (PM): polvo, suciedad, hollín, humo y otras sustancias sólidas o líquidas presentes en el aire que respira. 10 y 2,5 micrómetros (o micrones) son las medidas más comunes. PM2.5 supone un riesgo grave para la salud.
Dióxido de nitrógeno (NOx): un grupo de gases muy reactivos, producidos principalmente cuando se quema combustible. Las emisiones más importantes proceden de coches, camiones y autobuses, centrales eléctricas y vehículos todo-terreno.
Compuestos orgánicos volátiles (COV): estos son beneficiosos cuando los producen plantas, animales y microbios. Las principales fuentes de COV peligrosos son pinturas, revestimientos, clorocarbonos, combustibles fósiles, benceno, etc. Aunque las concentraciones son bajas, no se pueden dejar de lado, ya que su verdadero peligro reside en los efectos a largo plazo en la salud.
Contaminantes orgánicos persistentes (COP): compuestos orgánicos que no se degradaran fácilmente. Los más familiares son pesticidas, solventes y medicamentos.
El derecho a tener aire limpio en el lugar de trabajo se encuentra incorporado en la Declaración Universal de los Derechos Humanos, aprobada por la Asamblea General de las Naciones Unidas en 1948.
Para proteger a los trabajadores, la EPA ha proporcionado la base necesaria para tres leyes. Plymovent ofrece soluciones adecuadas para el cumplimiento.
Para la legislación sobre aspiración de humos de soldadura, Plymovent proporciona diversas soluciones:
En línea con la legislación sobre aspiración de humos de escape, Plymovent ofrece tres sistemas totalmente automáticos para limpiar el aire de monóxido de carbono, óxidos nítricos, benceno, formaldehído y otros elementos peligrosos:
EPA - Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos
https://www.epa.gov/
Normativas de la EPA
https://www.epa.gov/laws-regulations/regulations
EPA: impacto de los compuestos orgánicos volátiles en la calidad del aire interior
https://www.epa.gov/indoor-air-quality-iaq/volatile-organic-compounds-impact-indoor-air-quality
Autoridad de Protección Ambiental de Nueva Gales del Sur (Australia)
https://www.epa.nsw.gov.au/
Autoridad de Protección Ambiental del Sur de Australia (Australia)
https://www.epa.sa.gov.au/
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