El primer paso hacia un entorno laboral saludable es estar informado de las normativas relativas al aire limpio en el espacio de trabajo.
Hemos identificado cuatro categorías con distintas legislaciones: humos de soldadura y corte, neblina de aceite, gases de escape de vehículos y gases de escape de vehículos en estaciones de bomberos. Pero estas legislaciones tienen una cosa en común, que es una concentración máxima permitida.
Cada país tiene sus propias leyes y regulaciones, lo que significa que las concentraciones máximas permitidas pueden diferir por país. Esto no es nada práctico para las empresas multinacionales, por lo que estas usan un valor límite corporativo. La razón de ello es asegurarse de que la calidad del aire se mantiene al mejor nivel posible, garantizando que la producción pueda cumplir las normas de calidad de todos los países en los que actúa la empresa.