Durante los procesos de trabajo del metal y fabricación se generan humos de soldadura y polvo de amolado. Estos humos pueden acumularse encima de la maquinaria para formar una nube visible de humo, lo que puede provocar un entorno de trabajo dañino.
Para cumplir los límites legales de contaminantes del aire asociados con el trabajo de soldadura y amolado, se requieren sistemas de aspiración y filtración de humos de gran calidad.
Con piezas de trabajo grandes que son comunes en esta rama particular del sector, la aspiración por puntos o en la fuente es difícil de operar y se puede formar muy deprisa una nube de humos de soldadura; esta nube consta de humos de soldadura, partículas y residuos de metales fundidos. Los soldadores se moverán a menudo entre múltiples estaciones de trabajo o piezas de trabajo. El equipo de protección individual puede proteger al soldador, pero no a otros trabajadores de la instalación de producción. Las cantidades de vapores y humos dañinos y perjudiciales para el medio ambiente se pueden reducir para proteger a los no soldadores.