En edificios en los que se llevan a cabo soldaduras, el control de temperatura y los problemas de la contaminación transportada por el aire son importantes, por lo que aumenta la necesidad de proporcionar aire limpio. Aunque el aire fresco se suele conseguir con ventilación general, usar solo ventilación general para controlar los contaminantes transportados por el aire en soldadura suele ser muy poco efectivo.
Será más efectivo que estos contaminantes se capturen lo más cerca de la fuente posible. En virtud de las organizaciones de salud y protección, la ventilación de extracción local (LEV, por sus siglas en inglés) es el principal método recomendado para controlar los humos en la industria de soldadura.”
LEV es un sistema de ventilación y aspiración que captura el polvo, neblina, gases, vapores o humos del aire para que no se puedan inspirar. Un LEV diseñado correctamente:
Hay diferentes tipos de sistemas LEV, como brazos de aspiración, bancos de trabajo de aspiración descendentes y traseros o equipos móviles o portátil. Los elementos más comunes de un sistema LEV sencillo son:
Cuál es el tipo correcto de LEV para sus procesos de soldadura específicos dependerá de una serie de factores. Puede que haya un sistema estándar disponible a la venta que sería idóneo para usted. Sin embargo, deberá ajustarse perfectamente a sus necesidades y ser capaz de controlar de forma adecuada la exposición.
Si tiene que hacer cualquier cambio a un sistema estándar, o si no hay un sistema estándar para su sector, una especificación clara le ayudará a conseguir lo que necesita y evitar cualquier malentendido con el proveedor de LEV. Le puede ayudar escribir una especificación de lo que necesita. Por ejemplo:
La legislación dice que usted tiene que asegurarse de que el LEV funciona correctamente una vez esté instalado. El manual del usuario, el libro de registro y la formación le ayudarán a ello. La mayoría de sistemas LEV requieren una inspección completa de una persona competente y que se comprueben una vez al año para asegurarse de que funcionan bien y continúan protegiendo a los empleados. Algunos sistemas LEV (como aquellos que controlan procesos más esenciales o de elevado riesgo) necesitan una inspección y comprobación profunda más frecuente. Si tiene un sistema LEV que aún no se ha puesto en servicio, tendrá que pedir que se compruebe su rendimiento para garantizar que controla de forma adecuada la exposición.
Con qué frecuencia inspecciona su LEV y cómo lo hace dependerá de lo complicado que sea el sistema, la probabilidad que hay de que falle y las consecuencias en caso de que falle. Un LEV complicado en el que las consecuencias son graves si falla, necesita inspecciones y mantenimiento con mucha más frecuencia.
Según vaya adquiriendo más experiencia en el funcionamiento del sistema LEV, puede que tenga que cambiar la frecuencia de sus inspecciones en el manual del usuario.
Las inspecciones y el mantenimiento tienden a cubrir cuatro clases de componentes:
Si el LEV se puede contaminar con sustancias tóxicas, puede que necesite “permisos de trabajo” y declaraciones metodológicas formales cuando el personal trabaje en el sistema.
¡Estamos encantados de ayudarle!