Plymovent y COVID-19
Plymovent está siguiendo estrechamente la situación relativa al virus COVID-19 y continuamos haciendo nuestro trabajo para asegurarnos de que satisfacemos las necesidades de nuestros clientes.
En lugares de trabajo como talleres, terminales de autobuses, ferries y almacenes hay un montón de polución causada por los motores diésel de los vehículos. Los motores producen gases y partículas tóxicas que pueden provocar riesgos graves para la salud y responsabilidad penal. Aunque es bien sabido que estos humos diésel son tóxicos y que se deberían tomar medidas protectoras, esto no siempre se hace.
Un artículo reciente del periódico inglés The Guardian subraya claramente que las "demandas judiciales británicas están creciendo por la exposición en el trabajo a los humos diésel tóxicos".
El artículo se publicó como respuesta a la acusación de un empleado de la compañía británica nacional de correos. El empleado, que trabajaba en una importante terminal, decía que estaba expuesto diariamente a la contaminación de gases de escape diésel durante ocho horas por turno. Decía que la exposición hizo que desarrollara asma y proporcionó pruebas médicas para respaldar su demanda.
En opinión de Dan Shears, director de salud y seguridad del sindicato GMB, la demanda judicial no es algo incidental. Dice: “Creemos firmemente que es un problema muy grave. Potencialmente hay un montón de personas que sufren una muerte prematura sin necesidad, que pueden haberse visto afectadas por la exposición industrial. Ahora estamos con el diésel en el mismo lugar que estábamos con el amianto en los años treinta." También Unite, el sindicato más grande del Reino Unido, ha afirmado que la exposición a los humos diésel es una bomba de relojería.
La emisiones de gases de escape de motores diésel (llamadas comúnmente “humos diésel”) son una mezcla de gases, vapores, aerosoles líquidos y sustancias formadas por partículas. Contienen los productos de combustión, entre los que están:
Las partículas de carbono o contenido de hollín varían entre el 60% y el 80%, dependiendo del combustible usado y la clase de motor. La mayoría de los contaminantes se adsorben en el hollín. Los motores de gasolina producen más monóxido de carbono, pero menos hollín que los motores diésel.
La cantidad y composición de humos diésel en el lugar de trabajo puede variar dependiendo de:
Aspirar humos de soldadura puede afectar a la salud y la exposición a los humos puede provocar irritación de los ojos o el tracto respiratorio. Estos efectos suelen tener efecto a corto plazo y deberían desaparecer cuando se haya alejado de la fuente de exposición. Sin embargo, la exposición prolongada a humos diésel, en particular a cualquier humo azul o negro, podría provocar tos, flemas y disnea. Hay pruebas de que la exposición repetida a los humos diésel durante un periodo de unos 20 años puede aumentar el riesgo de cáncer de pulmón. La exposición a emisiones de gases de escape de motores de gasolina no tiene el mismo riesgo.
Para evitar peligros, una empresa deberá tomar medidas. Todo tipo de autoridades de salud y seguridad de todo el mundo estipulan directrices sobre cómo proteger a las personas que trabajan en zonas llenas de humos diésel. Por ejemplo, las autoridades británicas de salud y seguridad aconsejan vivamente una combinación de medidas de control específicas, como:
Además de las medidas de control descritas, una empresa deberá garantizar también que:
Source: The Guardian “UK legal claims grow over exposure at work to toxic diesel fumes” (16 September 2017).
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