Los humos de soldadura y la radiación UV de la soldadura se clasifican ahora como “cancerígenos para el hombre”.
En marzo de 2017 se reevaluó la carcinogenicidad de los humos de soldadura y ahora estos humos y la radiación UV de la soldadura se clasifican como “cancerígenos para el hombre” (Grupo 1) por la Agencia Internacional de Investigación sobre el Cáncer (IARC).
Recientemente, la Agencia Ejecutiva para la Salud y Seguridad (HSE) del Reino Unido ha emitido una Alerta de seguridad a todos los empleados, empresas, autónomos, contratistas y cualquiera que lleve a cabo actividades de soldadura, incluido acero suave, en cualquier industria. Han basado esta alerta en la monografía (Volumen 118) de la IARC. La IARC es la agencia especializada en cáncer de la Organización Mundial de la Salud.
Riesgos para la salud
Este estudio muestra nuevas pruebas científicas de la IARC de que la exposición a todos los humos de soldadura, incluidos los de acero suave, pueden provocar cáncer de pulmón. También hay pruebas (parciales) vinculadas con el cáncer de riñón.
Conforme a diversos estudios, la soldadura con arco eléctrico de hilo relleno genera radiación ultravioleta, lo que es un factor de riesgo para el melanoma ocular, un cáncer poco común. Y se producen diversos trastornos oculares (como cataratas) tanto en soldadores como trabajadores que estén en las proximidades.
Además, el trióxido de molibdeno (MoO3) se clasificó como “probable carcinógeno para el hombre” (Grupo 2B), basándose en suficientes pruebas en experimentos en animales. La exposición laboral al trióxido de molibdeno se puede producir en minería y metalurgia, fundiciones de acero, soldadura y otros procesos de temperatura elevada que usan acero.
Cambio de expectativas de aplicación
Por consiguiente, la HSE del Reino Unido ha modificado las expectativas de aplicación en relación con el control de la exposición a los humos de soldadura, incluida la soldadura de acero suave, con efectos inmediatos. Todas las empresas que llevan a cabo actividades de soldadura deberán garantizar que tienen y utilizan controles efectivos de ingeniería para controlar los humos producidos en estas actividades de soldadura.
No se trata solo del soldador
Cuando los actuales sistemas a medida para controlar los humos de soldadura no son adecuados para controlar toda la exposición a los humos, se recomienda utilizar equipos de protección respiratoria (EPR) para que los soldadores estén perfectamente protegidos. Para proteger también de los humos al personal no soldador se requieren controles ambientales adicionales. En todo el mundo se estima que 11 millones de trabajadores tienen el cargo de soldador y en torno a 110 millones de trabajadores adicionales probablemente se encuentren expuestos a actividades relacionadas con la soldadura. De ahí nuestra reivindicación “No se trata solo del soldador”.